ADOLESCENTES: MARIBEL GÁMEZ COLABORA EN LA REVISTA YO DONA
- Centro de Psicología Maribel Gámez

- 7 jun
- 4 Min. de lectura
¿Hay que limpiar las habitaciones de los adolescentes incluso a escondidas o debemos permitir la inmundicia, como compresas sucias y latas llenas de colillas?

La psicóloga y psicopedagoga Maribel Gámez (Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez) pone el dedo en la llaga, porque lo que a usted puede parecerle un sindiós, a su hijo no le suscite asombro:
"Es posible que padres y adolescentes no coincidan en la idea de qué es una habitación recogida y limpia", adelanta. Por eso, "hay que llegar a un consenso y escuchar las ideas del hijo si son razonadas y razonables", matiza.
El pasado jueves la revista Yo Dona publicó el artículo de Mar Muniz que titula estas líneas. En el mismo se recaba la opinión de Maribel Gámez sobre el asunto, opinión que la Directora extiende para el Blog del Centro con razonamientos surgidos de su experiencia profesional, tan interesantes como meditados:

“Que los jóvenes mantengan su habitación en buenas condiciones es una de las situaciones más comunes de fricción familiar. En la gran mayoría de las ocasiones el pensamiento adolescente dista mucho de tener en su centro de atención la necesidad de mantener su cuarto limpio y ordenado. Sin embargo, los adultos son conscientes de la importancia de que esto sea así e intentan que su hijo adolescente lo comprenda también."
“Con ese afán, suelen intentar convencerle, hablando con él, de que su cuarto (y la casa en general) sería un lugar más confortable si estuvieran en buenas condiciones de higiene y libre de desorden. Estas conversaciones suelen acabar en una discusión o ignoradas por el adolescente que no adopta el hábito que sus padres desean. Entonces algunos padres toman la decisión de entrar de vez en cuando en su habitación y hacer una limpieza de emergencia. Sin embargo, esta estrategia no permite que los adolescentes se responsabilicen del lugar donde pasan más horas solos.”

“Enseñar al adolescente las habilidades necesarias para que sepa cuidar de su cuarto, es decir, que sepa mantener su orden y limpieza, es un aprendizaje vital de gran utilidad que le repercutirá en su vida adulta. Responsabilizarse del cuidado y mantenimiento de ese pequeño mundo que es su habitación podrá servirle para conseguir vivir en armonía cuando tenga que compartir casa con otras personas a las que puede no gustarle un compañero de piso sucio y desordenado. También si vive solo, ya que el orden y la limpieza se relacionan con menor estrés y sensación subjetiva de bienestar.”
“Es posible que los padres tengan expectativas que coincidan poco con la idea que tiene un adolescente sobre lo que es una habitación ordenada y limpia. ¿Se permite que su cuarto tenga ropa sucia pero colocada en una silla? ¿Cada cuánto tiempo debería cambiar las sábanas? ¿Hay que ventilar todas las mañanas? Así que hay que llegar a un consenso entre el adolescente y sus padres habiendo introducido las ideas del joven si son razonadas y razonables. Si quedan claros estos conceptos evitaremos conflictos al darle o negarle lo que le habíamos prometido si mantenían su cuarto en buenas condiciones.”

“Otro asunto importante es saber qué se les va a pedir en cuanto al orden y limpieza de su habitación cuando se tiene una persona externa que ayuda a realizar las tareas de la casa. ¿Tienen que arreglar su cuarto igualmente? Pues depende de las funciones de la persona que limpia. Si está encargada de limpiar las superficies y hacer la cama, habrá que pedirles que dejen el cuarto lo más recogido posible para que esa persona pueda hacer su trabajo. Y, quizá se le pueda pedir que se responsabilice de algunas otras tareas comunes. La idea es siempre que entienda que el lugar donde se vive requiere un cuidado y mantenimiento.”
Así que pasamos a la fase 2 o lo que un adolescente podría interpretar como fase de hostilidades: "Podemos condicionar algo que ellos quieren a la consecución de la tarea, como el dinero de la paga", resuelve Maribel Gámez, invitar a amigos a casa, salir de fiesta o entrar nosotros a limpiar en contra de su voluntad.

“Cuando el diálogo falla, para conseguir que adopten este hábito, hay que buscar otras formas de lograrlo. Esto se puede conseguir, por ejemplo, condicionando algo que quieren con la consecución de las tareas de limpieza y orden de su cuarto. Por ejemplo, si se le da una paga, el dinero que necesitan para su tiempo de ocio se puede asociar con la consecución de esta tarea. Esta idea puede ponerse en marcha al principio con el objetivo de que se habitúen a invertir tiempo en ordenar y limpiar su cuarto y puedan entender su utilidad. Una vez que lo han interiorizado y, se han dado cuenta que hacerlo les beneficia, se puede dejar de relacionar la paga con esta tarea ya que, en la mayoría de los casos lo harán de manera autónoma.”
“De esta manera se consigue que ellos se encarguen solos de esa parte de la casa que es su refugio y entonces no habrá necesidad de llevar a cabo incursiones cuando el nivel de desorden y suciedad se vuelve extremo.“

“En conclusión, para un adolescente mantener su cuarto limpio y ordenado es una de las tareas vitales que debe aprender para poder convivir con los demás y en con mayor satisfacción con uno mismo. Para ello hay que ayudarles a adquirir ese hábito a través del diálogo y, si este no funciona, a través de consecuencias que les ayuden a interiorizar las bondades de mantener la higiene y evitar el desorden de su pequeño mundo.“
Para leer el artículo en Yo Dona: https://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/2025/06/05/683d8c6afc6c837d368b45ac.html
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Muy buen artículo, me ha explicado algunas actitudes que yo misma he tenido no hace demasiados años.
Leyendo el texto publicado en Yo Dona y el completo de Maribel, me parece detectar una diferencia de criterio entre ambos. Creo que Maribel establece unos principios de convivencia civilizada entre padre e hijos que el primero no recoge. Este parece que de entrada se rinde sutilmente a los deseos de los hijos.
Creo que hay que poner un acuerdo entre adolescentes y padres. Hablarlo y compartir. Buen articulo ayudara a muchos padres.
¡Madres de adolescentes al poder!
Me pasa algo parecido con las tartas de chocolate que hago ... es fácil llegar a acuerdos sobre ellas, jajaja.