COLABORACIÓN DE MARIBEL GÁMEZ EN YO DONA. DIVORCIO POR CUERNOS E HIJOS
- Maribel Gámez
- 2 abr
- 2 Min. de lectura

El pasado domingo 30 de marzo publicó el suplemento Yo Dona de El Mundo el artículo ‘Divorcio por cuernos, ¿decimos a los hijos el motivo?: "Si son adolescentes, no espere empatía por su parte. Hay programas de televisión que fomentan el odio al infiel"’, de Mar Muñiz, en el que se recaba la colaboración de Maribel Gámez como experta psicóloga infanto-juvenil y de pareja.
Reproducimos a continuación su participación, tal y como se recoge en el artículo.
¿Se les cuenta la verdad a los niños o se presenta una versión edulcorada de la separación?
La psicóloga y psicopedagoga Maribel Gámez propone soluciones diferentes en virtud de la edad de los niños. Si son pequeños y no son conscientes de la infidelidad, aboga por no tirar de la manta y, si hay ruptura conyugal, "presentarla como un acuerdo entre los padres, aunque no sea cierto".

Esta mentira piadosa conviene, sostiene, porque un niño de 5 años, pongamos por caso, "no puede entender un asunto tan complejo". Además, los pactos son un buen modelo de resolución de conflictos que enseñar a los hijos para que lo apliquen en el futuro si lo necesitan. "Es un esfuerzo que merece la pena aunque el que la ha sufrido tenga que omitir hablar del dolor que su pareja le ha provocado", zanja.
Si se enteran, no hay que ocultar la verdad
Ahora bien: si los hijos de la pareja tienen indicios solventes de los cuernos, las expertas aconsejan no negar los hechos. "Les generaría más problemas tener que conciliar lo que ellos han percibido con lo que sus padres cuentan, lo que les provocaría mucho sufrimiento", dice Maribel Gámez.
¿Qué pasa con la tercera persona en discordia?

Tras unos cuernos que acaban en separación puede venir una relación estable. Gámez apuesta por eliminar del discurso los señalamientos hacia esa tercera persona que la dibujen como culpable de la ruptura familiar. La experta recomienda al infiel explicar a los hijos, según su edad, "sus motivaciones para buscar la felicidad personal fuera de la pareja". También es esencial introducir a la nueva relación de modo muy gradual en la vida de los hijos: "Hay que respetar los tiempos de niño o del adolescente. Siempre hay que empezar por espacios lejos del domicilio familiar".
¿Y cómo afrontar los cuernos en familia cuando los hijos ya son adultos?
Maribel Gámez señala la consecuencia lógica: el perjuicio reputacional que sufre el infiel en tanto que repercutirá negativamente en la imagen que ha proyectado durante los años. El batacazo suele ser notable, además, porque los hijos tienden a idealizar la relación de sus padres, viéndolos como un modelo de amor y estabilidad.

Para leer el artículo completo: https://www.elmundo.es/yodona/vida-saludable/2025/03/30/67e3e25bfdddffab638b459d.html
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Lamentablemente, es algo que está ocurriendo continuamente. Así que es muy oportuno el artículo y sus recomendaciones.
Es un artículo muy necesario... pero me parece que poca gente en ese caso lo tenga en cuenta. En tales momentos sale el temperamente visceral.
Está muy bien explicado, en mi opinión.
La cuestión es querer o no querer causar dolor a tu pareja y a tus hijos. La infidelidad es innecesaria. Lo que a veces es necesario es terminar la relación, pero de manera civilizada. Y más habiendo hijos.
La infidelidad es una canallada, con hijos y sin hijos. Hay que ir de cara y plantear las cosas antes. La mayoría de las parejas no son eternas.