Según una nueva investigación de las universidades de Flinders y del Sur de Australia publicado recientemente en la revista 'Frontiers in Neuroscience', diferencias en la actividad eléctrica de la retina son consistentes con la presencia en pacientes del trastorno del espectro autista o del trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que impulsa al niño (o joven o adulto) a ser excesivamente activo, a tener dificultades para prestar atención y para controlar los comportamientos impulsivos. El TEA es igualmente otro trastorno del neurodesarrollo en el que el niño (o joven o adulto) tiene dificultades para comunicarse, interactuar y aprender como la mayoría de las personas.
Según explica Paul A. Constable, primer firmante del estudio, el TEA y el TDAH son los trastornos del neurodesarrollo más habitualmente diagnosticados en la infancia. Sin embargo, resultan difíciles de diferenciar a la hora de establecer un diagnóstico temprano, ya que ambos comparten una serie de rasgos comunes entre ellos.
La hipótesis preliminarmente corroborada en esta investigación es que las respuestas de la retina a estímulos luminosos son diferentes en el caso de pacientes con TEA y con TDAH, lo que permitiría desarrollar diagnósticos más precisos y tempranos para cada uno de los trastornos.
El método utilizado en la investigación es la electroretinografía. Se trata de una prueba electrofisiológica que se utiliza para medir la respuesta eléctrica producida por los conos y bastones, las células retinianas sensibles a la luz. Consiste en la estimulación de la retina con flashes de luz de diferentes intensidades. Para ello se coloca un pequeño electrodo en el párpado inferior.
El ojo se expone entonces a estímulos luminosos con iluminación de fondo, intensidad y frecuencia variables. Los impulsos nerviosos eléctricos en la retina que se producen en respuesta a los estímulos de luz son registrados por el electrodo y representados en un gráfico llamado retinograma. Hasta este nuevo estudio, la electroretinografía sólo resultaba de aplicación en el ámbito oftalmológico.
En el estudio participaron en total 55 pacientes con TEA, 15 con TDAH y 156 pacientes de control, registrándose electrorretinogramas de campo completo adaptados a la luz de cada uno de ellos. Los análisis de los mismos mostraron diferencias significativas de valores de frecuencia y longitud de onda entre los tres grupos, lo que a su vez implica actividad neuronal diferente.
El estudio concluye que el nuevo enfoque metodológico puede proporcionar información sobre la diferente actividad neuronal en casos de TEA y TDAH, ya que la señalización de la retina puede estar alterada por el neurodesarrollo o por condiciones neurodegenerativas.
Aunque será necesario seguir trabajando para determinar si el análisis de la señal de la retina puede ofrecer un modelo de clasificación que permita discriminar definitivamente entre los tres grupos: desarrollo TEA, desarrollo TDAH y desarrollo ordinario.
Imaginar un futuro en el que las enfermedades mentales (por no hablar del resto de enfermedades) pueden ser tratadas tempranamente con éxito es muy emocionante. Sin embargo, coincido con Alvaro en su preocupación de que tales beneficios no sean accesibles para la mayoría de la población y la segregación económica en vertiente salud divida más aun a la sociedad. Y en el Tercer Mundo... en fin.
Muy interesante, gracias por informar, la verdad es que es impresionante...
¡Qué nivelazo tiene este blog!
Hola, Eva.
Es muy oportuna tu pregunta, y es un planteamiento que actualmente se están haciendo algunos investigadores. Sabemos ya que trastornos como el autismo, la esquizofrenia y el desorden bipolar comparten las mismas características físicas a nivel molecular, en concreto ciertos patrones de expresión genética en el cerebro. Por lo tanto, es razonable ampliar las investigaciones a otros trastornos y, a la vez, suponer que novedosas técnicas de diagnóstico como las electroretinográmicas puedan también ser útiles en su caso.
En este sentido, el pasado abril Thomas Schwitzer, Marion Leboyer y Raymund Schwan, investigadores de diversas universidades y clínicas francesas, publicaron un estudio en Frontiers in Psychiatry donde dicen, literalmente, que "Los recientes avances en la investigación psiquiátrica apoyan el…
Todo avance suma