Un testimonio doloroso
No sé si alguna vez seré capaz de asumir lo que ha ocurrido. Lo recuerdo como algo irreal. Creo que no lo acepto porque sigo sin entenderlo.
Lucía, nombre ficticio que voy a usar para referirme a una paciente que tuve hace unos años en consulta, no me mira mientras me cuenta cómo se siente. Al contrario, su vista está fija en algún punto del pasado, en un recuerdo que no consigue ubicar como parte de su historia personal y familiar. De ese pasado hace ya tres años, cuando su hijo de diecisiete decidió quitarse la vida. Aún ahora, una especie de neblina espesa amortigua la memoria de la tragedia cada vez que Lucía quiere hablar del suceso que cambió su vida, protegiéndola de un dolor insoportable.
El suicidio es una decisión extrema que tiene como finalidad acabar con el sufrimiento. En otras palabras, una manera de escapar al malestar intenso cuyo precio es el de mayor coste para la persona: acabar con la propia vida. Siempre hay una historia de dolor detrás de cada ser humano que toma una decisión así y esa antesala, su historia, que luego culminará en un acto inimaginable para los que le rodean, es también para Lucía algo a comprender. ¿Qué le llevó a su hijo a tomar esa decisión? ¿Qué podía haber hecho ella para impedirlo?
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Parece ser que el año que viene el Ministerio de Sanidad va a poner en marcha un Plan de Acción para la Prevención del Suicidio. Veremos.
Quizá haya que comenzar a pensar en más acciones y menos demandas. Más suicidios que mortandad ocasionada por los accidentes de tráfico, y con absoluta preponderancia masculina. Así no podemos seguir. Hay miles de millones para chiringuitos de usos varios, pero para atajar esta lacra no parece haber gran cosa.
Hay que dar más visibilidad al problema. Recuerdo haber leído no sé dónde que hay una nueva tendencia para no ocultar los datos y los hechos de los suicidios, porque facilitan poner de manifiesto los problemas de quien tiene tendencia.
Qué asunto más malo y qué mal llevado por las administraciones. Las familias estamos indefensos y mal informados.
😥