Cuando hablamos sobre autocuidado, es frecuente que nos venga a la cabeza todo aquello relacionado con nuestra salud física, sin embargo se trata de un concepto mucho más amplio que se refiere a aquellas prácticas cotidianas y a las decisiones sobre ellas, que realiza una persona, familia o grupo para cuidar de su salud; estas prácticas son destrezas aprendidas a través de toda una vida, de uso continuado, que se emplean por propia decisión con el propósito de fortalecer o reestablecer la salud y prevenir la enfermedad (Tobón, 2003).
Esas habilidades comprenden desde aspectos relacionados con el cuidado físico; tales como hacer ejercicio, descansar lo necesario, comer de forma adecuada, cuidar la higiene y el aspecto y tener unas rutinas saludables; hasta saber relacionarse con uno mismo y con los demás desde el respeto, la comprensión y la amabilidad controlando los propios límites y los ajenos.
En el artículo que nos ocupa nos vamos a centrar en la parte más relacionada con la mente, sin intención de separar mente-cuerpo puesto que somos un todo interconectado que trabaja de forma conjunta con el objetivo de adaptarnos con nuestros recursos, a las exigencias del entorno en el que vivimos.
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Estupendo artículo, Blanca. Muchas gracias.
¡Me ha encantado!
Enhorabuena por el artículo Blanca! Es importante que valoremos el autocuidado. Debemos ser más amables con nosotros mismos, y en definitiva, tener más amor propio.
Me ha gustado mucho leer este artículo sobre bienestar físico y mental en el blog, creo que es la primera vez que leo un escrito sobre autocuidado que refleje la importancia de la conexión entre la mente y el cuerpo de la manera en la que Blanca lo ha planteado. Me ha parecido interesante que se hayan sugerido preguntas a los lectores para que mientras están parados, leyendo, puedan tomar consciencia de lo que está ocurriendo emocionalmente en ellos. También, me ha parecido muy curioso el sabías qué, me ha encantado aprender un poco más sobre la cultura japonesa.