top of page

ACEPTAR: ALCANZAR METAS PARTIENDO DE LA REALIDAD

Blanca de la Torre, 26-11-2022

A menudo se escucha el concepto aceptación sin que para muchos quede claro cuál es su verdadero significado. Es una idea compleja que genera confusión, por lo que el objetivo de este artículo es clarificar en qué consiste y acercar a los lectores a un mayor nivel de comprensión sobre este término tan concurrente.

 

La aceptación es un concepto muy presente en las terapias de tercera generación o tercera ola de las terapias de conducta, cuyo enfoque no se centra en modificar los eventos internos privados (pensamientos, emociones, sentimientos...) que generan malestar a la persona, sino en aprender a relacionarse con ellos de manera distinta.

 

Quizá lo primero que debamos preguntarnos es ¿se puede vivir la vida sin sentir dolor?

Aceptar: alcanzar metas partiendo de la realidad. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez
Aceptar: alcanzar metas partiendo de la realidad. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez

La respuesta, obviamente, es no, pues desde el mismo momento en que nacemos experimentamos la primera pérdida al salir del vientre materno, para enfrentarnos a un mundo lleno de adversidades.

Imaginemos que nos hemos hecho un corte profundo en el cuerpo; todo el mundo asume que duele, pero a la vez que el cuerpo está preparado para iniciar un proceso de autocuración y que cuidando esa herida, en más o menos tiempo cicatrizará. Durante el proceso de curación la herida pica, duele y molesta enormemente, pero a ninguno se nos ocurriría ceder al impulso de rascarnos o de intentar deshacernos de ella, porque sabemos que esto no haría más que agravarla. Aceptamos sin reservas que durante unos días o incluso semanas tenemos que convivir con ella mientras seguimos con nuestra vida.

Sin embargo, cuando se trata de un dolor emocional tendemos a intentar controlarlo, siendo este control en muchas ocasiones el responsable de un mayor sufrimiento y el que no nos permite superarlo de forma natural. Es importante saber discernir entre lo que se puede modificar y lo que no. Empeñarse, por ejemplo, en evitar la tristeza ante una pérdida puede llegar a enquistar un duelo haciendo que el proceso sea más largo y complicado.

 

Las formas de controlar lo que nos hace daño son múltiples y variadas, todas con un denominador común: evitar el dolor. Pensemos en una persona que siente culpabilidad por haber cometido un fallo, algo que le resulta imperdonable. Una forma de control inefectivo podría ser eludir su responsabilidad, pero también podría serlo cargar con un exceso de responsabilidad que lleve a sobreimplicarse para evitar cometer futuros errores.

Aceptar: alcanzar metas partiendo de la realidad. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez
Aceptar: alcanzar metas partiendo de la realidad. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez

Si nos fijamos, ambas condicionan a la larga negativamente la manera de relacionarse con los demás y con uno mismo.

 

La forma sana de afrontar este sentimiento pasa por aceptar que tenemos limitaciones, cometemos errores y los seguiremos cometiendo, pero que de cada uno de ellos haremos un aprendizaje.

Evitar el sufrimiento puede ser útil en algunas situaciones, pero no en otras. Pensemos en alguien que evita salir de casa porque tiene miedo a sufrir un ataque de pánico y evita esa situación de forma sistemática para no sentir ansiedad. 

 

A largo plazo la problemática será mucho mayor y terminará por condicionar su vida.

Nuestros mecanismos de supervivencia básicos nos hacen acercarnos a lo que es importante para nosotros y alejarnos de lo que nos pone en peligro.  A nadie se le ocurriría quedarse quieto si se está incendiando el lugar donde se encuentra. El problema es cuando imaginamos e interpretamos un evento externo o interno como amenazante y reaccionamos oponiendo resistencia, cuando en realidad no supone un peligro real.

 

El concepto de aceptación implica estar dispuesto a conectar con lo que sentimos, observarlo, no llevar a cabo acciones para controlarlo si estas no son útiles o necesarias y, finalmente, dejarlo ir. 

 

Observamos la herida, nos permitimos sentirla y valoramos qué tipo de cuidado necesita.

Aceptar: alcanzar metas partiendo de la realidad. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez
Aceptar: alcanzar metas partiendo de la realidad. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez

No juzgamos si es bueno o malo tenerla y por supuesto no nos enfadamos con ella. Desinfectamos y la dejamos cicatrizar comprendiendo que no podemos acelerar el proceso ni evitar que nos duela.

 

La aceptación a menudo se confunde con resignación. En esta última se asume un papel de víctima desde el que no es posible reparar el daño ni explorar alternativas. Cuando uno se resigna, deja de luchar si las circunstancias exceden a su responsabilidad, pero no tiene una actitud orientada a valorar nuevas perspectivas ni cuidarse a sí mismo. La resignación nos aleja de lo que es valioso o importante para nosotros y nos instala en la queja, el resentimiento y la indefensión, mientras que la aceptación nos permite continuar persiguiendo nuestras metas partiendo de la realidad.

Cuando somos capaces de abandonar una lucha que no tiene sentido porque la realidad se impone por mucho que nos empeñemos en disfrazarla, evitarla o controlarla, es cuando estamos preparados para conectar con la calma y construir otros caminos que nos acercan a lo que nos importa.

 

Es entonces cuando podemos llevar a cabo planes de acción para mejorar y seguir adelante, aun a pesar del dolor que suponen algunas vivencias.

¿Sabías que...

…durante el proceso de envejecimiento, uno de los factores que aumenta la vulnerabilidad de las personas a padecer depresión es la dificultad para aceptar el progreso natural de su vida?

Aprender a aceptar aumenta la flexibilidad cognitiva generando nuevas conexiones neuronales que potencian la creatividad y la capacidad de adaptación ante las situaciones adversas. 

Aceptar: alcanzar metas partiendo de la realidad. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez
bottom of page