TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA (I)
Definición, diagnóstico y características
Blanca de la Torre, 12-3-2022
El trastorno del espectro autista es un trastorno del neurodesarrollo cuyas principales características consisten en: el deterioro persistente de la comunicación social recíproca y la interacción social; y también en la presencia de patrones de conducta, intereses o actividades restrictivos y repetitivos.
Estos síntomas están presentes desde la primera infancia y limitan o impiden el funcionamiento cotidiano. La etapa en la que el deterioro funcional llega a ser obvio variará según las características del individuo y su entorno.
Las manifestaciones del trastorno también varían mucho según la gravedad de la afección autista, el nivel de desarrollo y la edad cronológica; de ahí el término espectro.
El trastorno de espectro autista incluye trastornos previamente llamados autismo de la primera infancia, autismo infantil, autismo de Kanner, autismo de alto funcionamiento, autismo atípico, trastorno generalizado del desarrollo no especificado, trastorno desintegrativo de la infancia y trastorno de Asperger.
Evolución histórica en la conceptualización de este trastorno
La primera conceptualización de autismo como trastorno la hizo Leo Kanner en 1943, en su artículo "Los trastornos autistas del contacto afectivo”, en el que describía las dificultades en las relaciones interpersonales, comunicación y lenguaje, y la rigidez cognitiva y comportamental que presentaban estos niños.
Durante la primera época del autismo, se creía que era un trastorno provocado por una carencia afectiva de los padres hacia sus hijos. Podemos imaginar el bloqueo que producía en estas familias el tremendo sentimiento de culpabilidad al
recibir esta información, situándolas en una situación de indefensión y de vulnerabilidad emocional, que lejos ayudarles a centrarse en buscar apoyos o adaptarse a las características individuales de sus hijos, muchas tendían hacia la sobreprotección y al aislamiento para evitar enfrentarse a sentimientos tan dolorosos.
Afortunadamente a mediados de los años 60 comenzó a haber más indicios de una relación genética y neurobiológica con el autismo, liberando a los padres de tal responsabilidad y empezaron a cobrar importancia los factores cognitivos en lugar de los afectivos, fueron apareciendo las primeras asociaciones de familiares, se abrieron centros educativos específicos y se produjeron grandes progresos en la neurociencia, a la vez que fue cobrando más peso un enfoque pragmático e integrador que ha evolucionado hasta nuestros días.
etiologías que intervienen en diversas fases del desarrollo del sistema nervioso.
Lo que es un hecho indiscutible es que en el autismo hay una alteración genética, siendo las estimaciones de heredabilidad entre el 37% y el 90%, basándose entre la tasa de concordancia entre gemelos.
Causas
El trastorno del espectro autista es uno de los trastornos que más estudios científicos genera y lo que se ha descubierto en esta amplia investigación hasta ahora, es que tiene múltiples
Además, existen diversos factores de riesgo inespecíficos, como la edad avanzada de los padres, el bajo peso al nacer o la exposición fetal al valproato (fármaco antiepiléptico), que podrían contribuir al riesgo de presentar el trastorno del espectro autista.
vídeos, observación directa y pautas de observación específicas.
Resulta imprescindible realizar un adecuado diagnóstico diferencial, ya que este trastorno se puede llegar a confundir con otros de similares características, sobre todo durante la primera infancia.
Diagnóstico
El diagnóstico de este trastorno ha de ser realizado por un equipo multidisciplinar especializado, que llevará a cabo una evaluación exhaustiva a través de instrumentos y pruebas específicas especialmente diseñadas para ello. Además de las pruebas, se realiza una amplia recogida de información de su contexto a través de entrevistas, registros, cuestionarios,
Además, existen diversos factores de riesgo inespecíficos, como la edad avanzada de los padres, el bajo peso al nacer o la exposición fetal al valproato (fármaco antiepiléptico), que podrían contribuir al riesgo de presentar el trastorno del espectro autista.
Procesos cognitivos afectados
La teoría de la mente: Es la capacidad que permite comprender, predecir e interpretar las conductas, los conocimientos, las emociones, las intenciones y las creencias de las otras personas y las de uno mismo.
Las personas con trastorno del espectro autista precisamente encuentran dificultades a la hora de realizar estos procesos cognitivos, es decir, de entender las mentes de las otras personas. Es por esta misma razón, no pueden ponerse en el lugar de los demás salvo que aprendan a darle significado a este mundo social nuestro tan complejo. Así como este tipo de claves se aprenden de forma natural a través de la propia interacción social, los autistas deben aprenderlo como si fueran verdaderos antropólogos que estudian el comportamiento humano.
Precepción a nivel global: Presentan dificultades a la hora de integrar la información de un contexto de forma global, por el contrario, pueden focalizar la atención en detalles aislados que no aportan información relevante a la hora de dotar de significado una situación.
La atención conjunta: Es la triangulación que se produce cuando dos o más personas están prestando atención a un mismo estímulo, esa conexión que sentimos cuando contemplamos juntos por ejemplo, una obra de arte. Esta suele ser una de las primeras señales que detectan los familiares de los niños con TEA y les llevan a sospechar que algo no va bien.
La función ejecutiva: Se pueden encontrar problemas a la hora de planificar, memorizar los pasos en orden para ejecutar una determinada acción, adoptar perspectivas diferentes a la suya, poner en marcha soluciones diferentes en función de la demanda del contexto o la situación, revisar los errores que hayan podido producirse en una tarea o ser capaces de frenar impulsos. Es por ello por lo que aparecen en algunos casos marcados rituales que interfieren en su funcionamiento, por la dificultad para inhibir los impulsos y por la necesidad de generar rutinas y estructuras cuya función es encontrar seguridad al sentirse desbordados por ingentes cantidades de información que no comprenden.
La comprensión del lenguaje oral: la llevan a cabo de forma literal, prefieren las afirmaciones o las demandas específicas en lugar de las preguntas y necesitan aprender a interpretar las ironías o el sarcasmo y en general, los dobles sentidos; siendo esto posible en los casos cuya afectación intelectual es ligera o incluso no la hay, se puede entrenar al igual que el resto de los procesos, llegando a ser ellos quienes pueden elaborar un chiste de lo más divertido e ingenioso.
En algunos casos no hay comprensión del lenguaje oral y es necesario utilizar sistemas alternativos de comunicación que permitirán a la persona entender y desenvolverse en esta área.