Trastornos de alimentación: más allá de la anorexia y la bulimia
Maribel Gámez 05-02-2022
Descripción del problema
La anorexia y la bulimia son los trastornos de alimentación más conocidos y temidos, pero existen muchos más. Algunos aparecen en edades muy tempranas, en la primera infancia. Las dificultades que presentan los niños a la hora de comer, tales como negarse a ingerir alimentos o tardar mucho más tiempo del necesario en terminar lo que tiene en el plato, pueden indicar un problema de este tipo. Trastornos menos conocidos, como el pica o la potomanía, pueden provocar problemas en el entorno familiar del niño que lo sufre.
Estos problemas, junto a los trastornos del sueño, son los que más alarman a los padres ya que para que un niño se desarrolle en buenas condiciones, un buen descanso y una adecuada alimentación, son absolutamente fundamentales.
Cómo saber si estamos ante un trastorno de la alimentación
Los padres son clave para entender el desarrollo de los problemas de alimentación en los niños. Y es que la manera de responder que muestra la familia a ellos es un factor importante, tanto para encontrar una solución como para entender el motivo por el que se mantiene en el tiempo. Cuando se descarta que los problemas médicos sean el origen de la situación, el profesional de la psicología es el encargado de analizarlos y buscar la forma de solucionarlos. La adquisición de unos buenos hábitos alimenticios corresponde a un terapeuta con formación en psicología evolutiva y familiar.
Comprender bien estos trastornos ligados a la alimentación pasa por entender que la comida puede convertirse en instrumento para conseguir otros fines diferentes al placer o la nutrición. Es muy común utilizarla para calmar la ansiedad en los adultos o como forma de oposición en los niños pequeños, en algunas situaciones familiares.
Diferenciar un problema de lo que no lo es implica saber que un problema se define porque interfiere de manera significativa en las áreas vitales de una persona. Es decir, que cause problemas en el día a día en áreas esenciales como la relación con los demás, los estudios, el trabajo, etc.
Por ejemplo, que un niño tarde dos horas en comer es un comportamiento que se convierte en un problema debido a que ese tiempo extra ocupa el espacio que debería invertir en realizar otras actividades necesarias para él. Otro ejemplo, muy común de interferencia en áreas vitales, es cómo las ideas negativas sobre el propio cuerpo pueden provocar dificultades en la interacción social, al temer, la persona que tiene estas creencias, ser juzgado por los demás debido a su físico.
¿Sabías que...
...la familia de origen y los modelos y valores trasmitidos en los medios de comunicación sobre el cuerpo y la comida juegan un papel muy importante en la gestación de un trastorno de alimentación?
La trasmisión de una preocupación excesiva por el cuerpo, modelos parentales restrictivos con la comida o que abiertamente rechacen figuras distintas a los estereotipos socialmente aceptados, influyen en la probabilidad de aparición de trastornos de alimentación en niños y adolescentes
Al ser los trastornos de alimentación un problema que causa gran temor en los padres, es esencial que busquen perspectivas más objetivas a lo que ocurre y no se basen solo en la propia opinión. Los pediatras pueden informar sobre si un niño se desarrolla adecuadamente, según su peso y estatura acorde a su edad, aunque los padres consideren que, por ejemplo, come poco.
Si quieres saber más...
Gavino, A. (1998) Editorial Pirámide. Acceso a información sobre el contenido del libro.
Plaza, Juan F. Revista de Comunicación y tecnologías emergentes. Madrid. Enlace al documento en PDF completo.
Janet Shibley Hyde. Universidad de Wisconsin-Madison. 2008. Enlace a PDF completo en inglés.
Clínica y Salud 2007. Enlace al documento completo en PDF.