La inteligencia: un concepto escurridizo
Maribel Gámez, 26-01-22
Descripción del tema
¿A qué llamamos inteligencia? La inteligencia no es algo que exista, que tenga entidad. Es una idea, un constructo, una entidad hipotética que no se sabe muy bien cómo definir. A pesar de ser tan escurridiza, la utilizamos todos los días para categorizar a los demás dentro de un continuo, según la muestre más o menos a menudo. Y eso es porque la inteligencia es algo que se demuestra, y podemos detectarla en una persona si nos fijamos bien en cómo se comporta.
Dentro de su definición caben muchos procesos y habilidades humanas, de tipo cognitivo, que pueden evaluarse con la intención de medirla. Entre ellas se encuentran la capacidad de atención, la percepción, el razonamiento, la memoria y la habilidad de resolución de problemas, entre otras. Esas capacidades se intentan medir a través de una serie de instrumentos psicológicos que se desglosan en tareas, cuyos resultados se pasan a unas escalas que nos permiten, a los psicólogos, conocer cuán inteligente es alguien y comparar sus resultados con los de los demás.
Gracias a la construcción de baremos, diseñados para diferentes poblaciones según su edad, procedencia o sexo, podemos saber si alguien se posiciona en inteligencia por encima o por debajo de lo que llamamos media, que es simplemente donde se sitúan la mayoría de las personas.
Estos resultados son especialmente útiles en los casos en los que hay menores implicados. El diagnóstico de una baja o alta inteligencia infantil acarrea la necesidad de realizar modificaciones en el currículo escolar y en el entorno familiar.
La idea es potenciar al máximo las capacidades en ambos casos. Esas modificaciones tempranas repercutirán en el bienestar del niño y del adulto en el que ese infante se convertirá.
Si quieres saber más...
Espacio de Formación Multimodal. México. Artículo en PDF.
Enlace a texto completo. Editorial Kairós. PDF.
Enlace a información sobre el documento.
Revista de Psicología y Educación. Artículo en PDF.
...los factores genéticos y culturales se unen de manera indisoluble para formar lo que llamamos inteligencia?
Las personas podemos nacer con una mayor o menor capacidad intelectual, que será estimulada de una manera determinada al nacer. La calidad y cantidad de dicha estimulación influirá en el aumento o disminución de las capacidades que pueden llamarse inteligentes.
Distinguir qué parte de la inteligencia es de origen genético y cuál ambiental es muy difícil, si no imposible. Este hecho implica que los niveles de inteligencia fluctúan a través del tiempo dependiendo de la estimulación que una persona reciba.
¿Sabías que...
Como decía antes, la inteligencia es una idea, y como toda idea hay que bajarla a tierra para saber de qué estamos hablando. Existen muchos tipos de inteligencia. En psicología contemplamos la idea de inteligencia general al hablar de procesos de razonamiento básicos que implican la detección de relaciones para la resolución de un problema. Después, existe la inteligencia matemática, emocional, creativa y muchas otras.
Todos los tipos de inteligencia pueden mejorarse a través de la práctica. Evidentemente, nos movemos por límites marcados por la genética y otros factores ambientales pero, la inteligencia, en cualquiera de sus formas, se entrena y puede decaer si no se recibe la estimulación adecuada. De hecho, personas que han vivido traumas o situaciones muy complejas pueden dar resultados muy bajos en test de inteligencia tras su experiencia, simplemente porque esas situaciones han mermado sus capacidades y por lo tanto, en las tareas que componen la medición de la inteligencia se obtienen peores resultados.