El pasado 26 de agosto, el suplemento Yo Dona de El Mundo ha publicado el artículo “¿Es 'obligatorio' dar paga a los hijos? ¿Cuánto y cuándo se empieza? Todas las respuestas, aquí'’, de Mar Muñiz, en el que se recaba la colaboración de Maribel Gámez como experta en psicología infanto-juvenil.
Reproducimos a continuación su opinión, tal y como se recoge en el artículo:
Dice la psicóloga y psicopedagoga Maribel Gámez, de Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez, que es normal que los niños la pidan, porque ven constantemente cómo sus padres realizan transacciones para aquello que necesitan o desean. Y ellos 'lo apuntan' todo y muy pronto se dan cuenta de que sin dinero, la cosa, o sea, la vida, se complica sobremanera.
Así que si tu hijo saca la mano cuando ve pasear el monedero, lo hace con toda la lógica.
¿Sirve para algo que los hijos tengan paga?
Si preguntamos a los niños, por supuesto que sirve. Quieren cromos, quieren planes, quieren chuches, quieren cosas. Y normalmente, cuantas más mejor. Pero ¿y a los adultos nos sirve de algo además de para dejar hueco en la cartera? Gámez explica que sí, así que tranquilidad.
Podemos dar dinero a nuestros hijos, unos 3 euros "a partir de los 7 u 8 años, porque a esa edad ya son capaces de realizar cálculos matemáticos que les permitirán usar el dinero con seguridad". La paga tiene beneficios también para nosotros, como progenitores preocupados de su educación:
- Harán sumas y restas sencillas que les den control sobre sus gastos, para que no les engañen.
- Se prepararán para demorar un poco en el tiempo aquello que desean, ahorrando pequeñas cantidades.
- Es un buen momento para que empiecen a aprender, entre otras cosas, que el dinero es finito y hay que saber administrarlo, lo que implica elegir en qué se lo quieren gastar y renunciar o retrasar algunos de sus deseos.
- Este contexto es un buen marco para ayudarles a tolerar la frustración que implica privarse de aquello que quieren, situación que experimentaran muchas veces a lo largo de la vida y de la que hay que sobreponerse.
- Fortalecerán la relación entre privilegios (recibir dinero) y esfuerzo. Que realicen pequeñas actividades en el hogar es una buena forma de aprender la relación entre recompensa y esfuerzo. O sea, eso de que las cosas hay que ganárselas, vaya.
- Cuando son adolescentes y el asunto 'se recrudece', no todas las familias pueden soltar 30 euros semanales para los planes de las criaturas. Por eso, es el momento perfecto para buscar trabajillos, como sacar el perro del vecino, echar una mano a cargar la compra a una persona mayor de manera habitual o ayudar en alguna tarea doméstica a un familiar.
Para leer el artículo completo: https://www.elmundo.es/yodona/madres/2022/08/26/62d94b6421efa0a31e8b45a3.html