Pensar repetidamente en algo, invirtiendo horas, días, meses e incluso años de tiempo. Darle vueltas a una idea, de manera casi obsesiva, repetida, con dificultades para gestionar ese pensamiento que aparece y se impone sobre otros, de manera intrusiva. Esta es la definición de un tipo de forma de pensar llamado “rumia”. Sí, justo el proceso que llevan a cabo las vacas para digerir la comida. No es exactamente lo mismo, claro, pero…