Con algún retraso sobre la fecha inicialmente prevista de publicación, presentamos hoy el vídeo con la aportación de Maribel Gámez en la Mesa Aplicaciones de la Psicología Económica I.
En la misma la Directora del Centro de Psicología Aplicada explicó que la Psicología Clínica y la Psicología Económica disfrutan de una relación bidireccional muy enriquecedora, ya que en la práctica clínica es imprescindible conocer los sesgos que condicionan la toma de decisiones en cualquier aspecto de la vida de una persona. De ese conocimiento se benefician los tratamientos, por ejemplo, en los problemas de adicción. Y desde la clínica el cúmulo de conocimientos sobre el comportamiento humano facilita la elaboración de políticas y proyectos de salud pública y organizacional más efectivos.
Especialmente destacable resultó su aportación sobre la naciente ciencia de la Neuroeconomía. La psicología como ciencia de la salud siempre tiene que buscar los fundamentos empíricos de aquello que es su objeto de atención. Producto de esa idea está surgiendo la investigación en un nuevo campo que es la Neuroeconomía, que trata sobre el reconocimiento de qué áreas cerebrales se activan a la hora de tomar decisiones de carácter económico.
Así se pueden comprender mejor las decisiones que se toman en el campo de la economía conductual. Los sistemas de recompensa y de aversión a la pérdida generan un equilibrio a la hora de tomar decisiones económicas, y en este equilibrio tiene un papel central la dopamina (sustancia del placer), al igual que ciertas estructuras cerebrales como la amigdala (emocional), la corteza prefrontal (procesos cognitivos complejos) o el núcleo accumbens (porción rostral de los hemisferios cerebrables), relacionado con la motivación y la acción motora.
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