El Comité de Promoción de la Salud (CPS) de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha publicado el mes pasado un documento que levanta una serie de alarmas sobre el uso de pantallas en la enseñanza, con el fin de reevaluar su utilidad y peligros. Se trata del estudio Impacto de los dispositivos digitales en el sistema educativo, coordinado por la doctora María Salmerón Ruiz, pediatra del Hospital La Paz (Madrid).
El estudio está dividido en seis partes. La primera, Introducción y justificación, parte de que el sistema educativo debería ofrecer a los alumnos las herramientas que permitan desarrollar el máximo potencial de cada alumno, ofreciendo las estrategias pedagógicas que hayan demostrado evidencia científica. Y se dispone a realizar una serie de recomendaciones desde el punto de vista de la salud, sobre el uso de los dispositivos digitales en el sistema educativo.
La segunda, Evidencia del impacto del uso de teléfonos inteligentes en el horario escolar, muestra que la evidencia disponible es clara respecto a cómo impactan los teléfonos inteligentes en el aprendizaje. A los alumnos que usan los teléfonos inteligentes en clase o cuando hacen los deberes, les ocasiona una disminución de su capacidad atencional y obtienen un peor rendimiento académico, lo que se ha evidenciado en estudios a gran escala como el estudio PISA.
En el recientemente publicado informe del 2024, refiere que, de media en los países participantes de la OCDE, uno de cada 3 estudiantes manifiesta que se distraen en clase de matemáticas con sus dispositivos móviles, y uno de cada 4 se distraen con los dispositivos
de los compañeros. Además, en este estudio objetivan una relación entre el distraerse en clase con dispositivos digitales y un peor rendimiento. Encuentran una diferencia media de 15 puntos en las pruebas de matemáticas entre los estudiantes que reportan que frecuentemente se distraen en clase con estos dispositivos frente a los que o no se distraen o lo hacen esporádicamente.
En la tercera parte, Evidencia del impacto de la digitalización de la enseñanza, se alerta del hecho innegable de que la utilización de dispositivos electrónicos con aplicaciones concretas para la enseñanza de determinadas áreas de conocimiento facilita la distracción de los alumnos al tener otras aplicaciones abiertas en el mismo dispositivo. Además, hace hincapié en que el uso de la tableta no demostró mejoras en el aprendizaje en matemáticas, inglés o ciencias comparado con la lectura en papel o escritura a mano.
En la cuarta parte, Discusión y conclusiones, se distingue entre las consecuencias de la utilización de dispositivos de los propios alumnos en horario escolar y los del centro en el proceso de enseñanza. Entre las diferentes conclusiones, cabe destacar que el uso de los smartphones de los alumnos en las aulas disminuye la atención, así como que la utilización indiscriminada de la pantalla en la enseñanza no demostró mejoras en el aprendizaje respecto a la lectura en papel o la escritura a mano. Particularmente llamativa resulta la afirmación de que el uso de dispositivos móviles en los espacios de recreo se asocia con menor tiempo de actividad física, menor interés por la socialización cara a cara y mayor riesgo de ciberacoso.
La quinta parte, Recomendaciones, es obviamente la más importante, y queda así:
- Es necesario valorar la limitación de los teléfonos inteligentes en el ámbito escolar en nuestro medio, tanto en clase como en los tiempos de recreo. Esta recomendación, dado el impacto en la infancia y adolescencia y los resultados positivos recogidos en aquellas CCAA que lo han limitado, debería valorarse en todo el territorio nacional. Sería necesario realizar estudios para medir el impacto de la medida antes y después de su implementación teniendo en cuenta el rendimiento académico, la atención, el tiempo de pantalla, la socialización, el ciberacoso y la actividad física.
- El uso de los medios digitales como soporte preferente para el aprendizaje comparado con el papel, no demostró diferencias significativas, siendo necesario la realización de más estudios. Por otro lado, hay múltiples estudios que asocian mayor tiempo de pantalla con menor rendimiento académico. Por ello recomendamos reevaluar la necesidad de esta medida.
- Se puede implementar el uso de aplicaciones con una finalidad concreta cuando haya sido avalada por estudios científicos. Recomendamos: 1) fijar un tiempo máximo de pantalla por edad teniendo en cuenta las recomendaciones científicas, 2) que los dispositivos sean propiedad del centro escolar para disminuir los riesgos de acceso a información inadecuada para la edad y asegurar el acceso a los dispositivos a todos los alumnos del centro,
3) realizar estudios científicos con muestra suficiente, con grupos control para poder determinar si la medida a implementar mejora el aprendizaje respecto a lo ya existente, 4) eliminar los juegos asociados a aplicaciones que tengan que ver con el aprendizaje.
- Recomendamos la formación del profesorado, del alumnado y de los padres en competencias digitales que incluyan el impacto sobre la salud, el neurodesarrollo, el desarrollo psicoafectivo, en el aprendizaje, en la protección de datos y en la ciberseguridad para obtener el máximo beneficio en la infancia y adolescencia disminuyendo los riesgos. Recordar que para desarrollar dichos contenidos no es necesario el uso de medios digitales.
Finalmente, una útil lista de bibliografía constituye la sexta y última parte del estudio.
La doctora Salmerón Ruiz explica que “En medicina, cuando se aprueba el uso de un medicamento nuevo es obligatorio la realización de estudios experimentales con grupos control para demostrar que el fármaco nuevo es mejor a los que ya existen."
"Además, se hace seguimiento de los efectos secundarios. En las aplicaciones que afirman que tienen una finalidad educativa se deberían seguir los mismos criterios, pero esto no se hace.”
Por tanto, desde la Asociación Española de Pediatría consideran que se puede implementar el uso de aplicaciones en las aulas con una finalidad concreta siempre y cuando éstas hayan sido avaladas por estudios científicos que se hayan llevado a cabo con una muestra suficiente de usuarios y con un grupo control.
Para leer el estudio completo: https://www.aeped.es/sites/default/files/impacto_de_los_dispositivos_digitales_en_el_sistema_educativo_cps_1.pdf
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