Hoy jueves ha publicado el suplemento Yo Dona de El Mundo el artículo ‘Síndrome de la hermana mayor, ¿adultas antes de tiempo?’, de Mar Muñiz, en el que se recaba la colaboración de Maribel Gámez como experta psicóloga infanto-juvenil.
Reproducimos a continuación su participación, tal y como se recoge en el artículo.
Los primogénitos son niños, adolescentes y después adultos que reúnen unas características similares, siempre alrededor de rasgos como la responsabilidad, la seriedad, la independencia y la autonomía, entre otros. Los padres, ¿los educan de modo diferente al resto de sus hijos? Los psicólogos dicen que sí, puesto que los adultos no se relacionan con su primer hijo igual que con los demás. La inexperiencia, el temor y la incertidumbre por el cambio vital tiñen el vínculo con los primeros hijos como no lo hacen con los sucesivos. Y también, no nos olvidemos, el hecho de que el primer hijo vive durante un tiempo rodeado normalmente de dos pares de ojos detrás del cogote. Los siguientes raramente gozarán (o sufrirán) esa atención exclusiva.
A esto debemos añadir el componente de género, en virtud del cual, las niñas que son hermanas mayores incorporan ese 'bonus track' propio de la socialización femenina, como la asunción de los cuidados y la protección a los que vienen por detrás en la familia. Así lo explica Maribel Gámez:
En el caso de las niñas, pueden darse conductas de hiperresponsabilidad respecto a sus hermanos más pequeños, realizando funciones que no son propias de su edad. A veces esto ocurre en ambientes donde los padres dejan sin cubrir las funciones parentales que les corresponderían.
Como le cuenta alguna de sus pacientes: A veces creo que la responsabilidad se me va de las manos. Me cargo de lo que no es mío, para que ese peso no recaiga en mi entorno más próximo.
Sin embargo, también añade que El pequeño debe poder probarse a sí mismo para no generar una baja autoestima.
Finalmente, el síndrome de la hermana mayor entronca con los conocidos como hijos 'parentalizados', aquellos que por distintas circunstancias tienen que cumplir un rol adulto desde niños. Se cruzan discapacidades, adicciones y circunstancias vitales en cierta manera disfuncionales con un resultado complejo.
Por ello, Maribel Gámez sostiene: Ningún hijo o hija, por ejemplo, debería ser mediador entre unos padres que se separan, ni cuidar de un adulto porque haya caído en una adicción. Se les está robando una etapa de la vida, en la que tendrían que estar jugando y vivir como niños que son.
Para leer el artículo completo: https://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/2024/05/23/664b4f8be4d4d874728b45b4.html
Artículo relacionado: ‘Hijos únicos’. Maribel Gámez en el Blog de Malasmadres, https://clubdemalasmadres.com/unicos/
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Tener hermanos te puede salir mal o bien. Y de eso depende mucho la educación que los padres den a los hijos.
El tema es curioso e interesante. Y a casi todos nos toca un poco... o un mucho.
❤️❤️❤️
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
En mi zona, Andalucía, todavía la primogenitura es muy importante. Las familias pudientes suelen acumular en el primogénito los bienes hasta el límite legal para las herencias. Patriarca sustituye a patriarca.