¿SABRÍAS EXPLICAR A TU HIJO LO QUE ES EL PENSAMIENTO?

El pensamiento, esa voz interior

“Mi cabeza me dice que haga una cosa pero yo no quiero”. Parece una frase sacada de una película de terror pero, en este caso no hay nada de lo que asustarse. Es un comentario común que algunos niños hacen alrededor de los seis o siete años y que implica algo muy importante: que se han dado cuenta de que hay una voz interna que le acompaña llamada pensamiento. Es esa voz privada que cada uno individualmente puede escuchar y cuyo contenido se queda en la intimidad si no se quiere compartir con los demás.

Cuando comienzan a ser conscientes de que poseen esta facultad es un buen momento para explicarles qué es el pensamiento, aprovechando que pueden hacer preguntas o comentarios sobre lo que ellos experimentan. Hablarles sobre el pensamiento y cómo gestionarlo es una tarea muy importante. Esto es así debido a que si no conocen su funcionamiento tienen más riesgo de sufrir problemas psicológicos limitantes. La ansiedad o la depresión, que también pueden darse en niños y adolescentes, tiene una fuerte relación con la forma de pensar.

En el primer caso, en los trastornos de ansiedad, los pensamientos tienen un papel central ya que unos pensamientos descontrolados y difíciles de gestionar son su síntoma más importante. La persona con ansiedad sufre ideas recurrentes sobre el futuro, en forma de miedo e incertidumbre, que le generan un temor intenso. Ejemplos comunes de pensamientos de este tipo son, por ejemplo: “¿Y si no apruebo este curso?” “¿Qué pasará si me rechazan en el equipo de voleibol?” “Y si salgo al parque y me muerde un perro?” En el segundo caso, en la depresión, el cerebro bombardea con ideas negativas de uno mismo como “No valgo para nada.” O “Seguro que todo me sale mal.”

Estos pensamientos van acompañados de falta de interés por las actividades que antes sí resultaban atractivas, apatía, fatiga e incluso ideas de hacerse daño a uno mismo. Si ayudamos a los niños, desde que comienzan a experimentar el pensamiento, a saber qué es y cómo manejarlo, les protegemos de futuros problemas psicológicos y les acercaremos a un estado de mayor bienestar y felicidad.

Pero para conseguirlo los padres deben estar bien informados sobre el tema para poder guiarles a ellos. Así que vamos a hacer un repaso de los aspectos más importantes que hay que saber sobre el pensamiento para que estén claros cuando llegue el momento de hablar con los hijos.

¿Qué es el pensamiento?

El pensamiento es el habla interna que se ha generado a través de un proceso de tres etapas relacionadas con el uso del lenguaje. La primera etapa se sitúa desde cuando los niños comienzan a hablar hasta los tres años. En ese período carecen de pensamiento, pero sí desarrollan el lenguaje que usan para comunicarse con los demás.

Gracias al diálogo continuo con las personas de su entorno, van perfeccionando sus habilidades lingüísticas, dominando la capacidad de procesar y producir información verbal, aspecto crucial para el desarrollo del pensamiento que es el proceso de interiorización del lenguaje hablado.

A medida que van creciendo, de los tres a los cinco años aproximadamente, aparece otra función del lenguaje aparte de la comunicativa: es el llamado lenguaje egocéntrico, que es un habla que no va dirigido a entenderse con otras personas sino consigo mismo. Nos encontramos ya en la segunda etapa. Para los adultos es muy fácil detectar esta manera de dirigirse a ellos mismos si se les observa en los momentos que dedican a jugar solos. Ahí puede verse que mantienen un autodiálogo de manera clara. Esta función les sirve para conseguir darse instrucciones durante el juego con el fin de dirigir su comportamiento: “Esta pieza no encaja, voy a probar con otra.” O para valorar lo que hacen: “Estoy consiguiendo construir una torre grande.” Y, finalmente, para planificar lo que harán próximamente: “En un rato meriendo."

En el inicio de la tercera etapa, que se da cerca de los seis o siete años, el niño deja de hablarse a sí mismo en alto porque ya ha desarrollado pensamiento, así que no necesita hacerlo para darse instrucciones o pensar en lo que hará. Ese lenguaje egocéntrico, esa forma de hablarse a sí mismo, se ha interiorizado y es la manera en la que se hablará el resto de la vida.

Estas etapas se suceden gracias  al desarrollo de una parte del cerebro llamada corteza prefrontal, donde residen las funciones mentales más complejas, como el lenguaje o el pensamiento.

Características principales del pensamiento.

A continuación se describen las características más importantes del pensamiento. Información clave que todo padre y madre debería saber para darla a conocer a sus hijos.

-          La mente en blanco no existe. Tanto en forma de imagen como en forma de palabra, el pensamiento siempre está activo. Esto es así porque el pensamiento tiene la función evolutiva, entre otras, de darnos información sobre la situación en la que en ese momento estamos. Cuando entramos en una habitación podemos pensar sobre sus características “Es fea, grande, está atestada de gente…”, pero también pueden aparecer pensamientos en forma de recuerdo, ya que esa habitación puede evocar a otras parecidas donde se hayan vividos experiencias que han quedado grabadas en la memoria.

El pensamiento es información que se sustenta en complejas redes neuronales. Y que puede hacerse consciente cuando el cerebro considere que es información importante para movernos por el entorno. Eso sí, sin que nosotros podamos elegir, en general, qué pensamientos aparecen y cuáles no en un momento determinado.

-          Los pensamientos deben tomarse como hipótesis. Los pensamientos, cuando surgen, como decía antes, nos dan información para poder razonar sobre un asunto concreto, planificar sobre el futuro o resolver problemas. Pero eso no significa que todo lo que aparezca en el pensamiento tengamos que  darle estatus de verosimilitud.

Por ejemplo, si cuando una persona comete un error piensa inmediatamente que es estúpido y que nunca le sale nada bien, habrá que tomarse ese pensamiento como una hipótesis e ir a buscar su confirmación en la realidad, teniendo en cuenta la definición de estúpido y las pruebas de que, efectivamente, siempre fracasa en lo que hace.

¿Por qué puede el pensamiento decir cosas que no son ciertas? Porque los pensamientos surgen de aprendizajes del entorno que pueden no ser racionales, válidos o útiles. En este caso, la persona ha podido aprender del entorno, de las personas que le han rodeado, cómo hablarse a sí misma cuando comete un error, porque así le han calificado, de estúpido, en el pasado cuando se equivocaba. El cerebro lo registra y trae esa información al presente en las situaciones en las que aparece otro error, pero su contenido no tiene por qué corresponder con la realidad en esta ocasión.

-          El pensamiento se puede gestionar. Muchas veces no es fácil entender cómo funciona el pensamiento porque es una capacidad que se puede gestionar, pero a la que no se le puede dar órdenes directas ni dialogar con ella como si fuera “otra persona” porque no obedece de esa manera. Por ejemplo, si alguien quiere dejar de pensar en algo porque quiere conciliar el sueño, pero su cerebro le trae pensamientos sobre las obligaciones por hacer del día siguiente manteniéndole es un estado de vigilia, no puede decirle simplemente al cerebro que deje de mandarle esos pensamientos.

Lo que conseguirá es justo lo contrario; de hecho, que aparezcan más. Esto es así porque pensar que no queremos pensar en algo implica pensar en aquello que no queremos pensar. El cerebro detecta ese contenido y lo interpreta como relevante para la persona, haciendo que no se pueda librar de ese contenido mental. Pero eso no significa que haya que soportar lo que el pensamiento nos quiera traer.

Una vez que aparece un tipo de pensamiento, la capacidad de atención es la clave para poder, si no se quiere seguir pensando en un tema, traer a la mente otro al que si se quiere atender. La cuestión es que el pensamiento se puede disciplinar, se puede domar para conseguir dirigir lo que hace con el fin de que se comporte como un aliado y una herramienta de lo más útil en la vida.

-          El pensamiento genera emociones. Esta característica es muy importante. Si pensamos en una comida que nos guste mucho durante unos minutos, ¿qué sentimos? Sensaciones placenteras y, además, lo más probable es que la boca se llene de saliva anticipando que comeremos eso que nos gusta tanto, aunque no vaya a ocurrir, aunque solo lo estemos imaginando.

Los pensamientos generan emociones porque tienen la función de producir aprendizajes. Nos posibilitan generar escenarios imaginarios y cometer errores en ese lugar virtual, protegiéndonos de un fracaso en la realidad, al no sufrir las consecuencias que implican los escenarios palpables.

Somos capaces de recrear situaciones en nuestra cabeza, vivirlas con intensidad, planificar nuestro comportamiento y predecir posibles resultados. Si durante la infancia se cuentan a los niños historias de terror sobre mansiones viejas y solitarias, es posible que de adultos nos recorra un escalofrío cuando veamos una de ellas. Como consecuencia no nos acerquemos a esas viejas casas por el peligro que hemos aprendido que entraña. ¿Ha hecho falta tener experiencias de miedo en la realidad con esas mansiones? No. Y esa es una de las grandes ventajas del pensamiento, podemos aprender que algo es temible o deseable solo con imaginarlo porque lo que imaginamos queda vinculado a una emoción que nos mueve a acercarnos o a alejarnos de ello.

Conclusión

El pensamiento es una actividad interna esencial para el ser humano, que nos distingue de los animales, y que nos ayuda a pensar, planificar y a aprender sin tener que exponernos a los peligros que la realidad conlleva. Sin embargo, si no se conoce su funcionamiento y, por lo tanto, no se sabe gestionar, puede acarrear problemas psicológicos. Es importante hablar con los hijos sobre el pensamiento y sobre cómo pueden sacarle el mejor partido evitando su lado perjudicial.

Si para ti el pensamiento es una facultad poco conocida que te da problemas o no sabes cómo ayudar a tu hijo a gestionarlo, ponte en contacto con nosotros, podemos ayudarte.

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