Ya llegan las deseadas vacaciones. Antes de que empiecen y, como actividad exclusiva de los seres humanos, fantaseamos con lo que haremos con ese tiempo tan escaso y escurridizo. En ese fantasear no se suele tener en cuenta algo muy obvio pero que pasa desapercibido: que estar de vacaciones, ante todo y sobre todo, implica un cambio de hábitos.
En esta época buscamos escapar de la monotonía y experimentar sensaciones nuevas y placenteras en lugares distintos. Siendo el ser humano un animal de rutinas, cuando estas cambian hay que adaptarse a la nueva situación. ¿Y de qué dispone un ser humano para llevar a cabo esta transición? Se amolda gracias a los tres sistemas que conforman la experiencia humana: con lo que piensa, con lo que siente y con lo que hace.
A ese cambio de escenario respondemos de manera diferente a la habitual y la Psicología, que es la ciencia que se encarga de los hábitos, puede adelantar algunas claves sobre cómo será esa respuesta vacacional. Vamos a ver algunas cuestiones que debes saber antes de que te vayas a la playa y que tienen como objetivo maximizar tu disfrute. Atento a esta entrada de Blog porque la realidad puede ser ligeramente diferente a lo que estás pensando.
Lo que haces
Llevas meses levantándote a las 6 de la mañana entre diario. El primer día de vacaciones, pongamos que es un martes, probablemente tendrás la expectativa de dormir plácidamente hasta las 12 del mediodía, para que se note que estás de vacaciones. Pero tu cuerpo puede tener otros planes. ¿Te acuerdas de aquello que llaman depresión postvacacional? Pues tiene relación con este tema y es que el cuerpo obedece disciplinadamente a los hábitos adquiridos y se resiste a cambiar de un día para otro.
En este síndrome, el cuerpo tiene que regresar, cuando se vuelve al trabajo o a la escuela tras las vacaciones, a una rutina de hábitos de sueño abandonada durante los días libres. Se ven muy claros los problemas que genera cambiar de rutina en los niños cuando retornan a casa tras las vacaciones de verano. Los que no se han ido acostumbrado poco a poco a levantarse pronto lo pasan realmente mal. Su cuerpo tiene serios problemas para adaptarse al cambio. Pues el tuyo funciona igual, así que el martes probablemente se despierte a las 6:00 para llevarte al trabajo. No te enfades con él, solo quiere que no llegues tarde.
El estreñimiento del viajero es otro fenómeno que nos dice que el cuerpo está adaptándose al cambio los primeros días de la nueva rutina. Este tipo de hábitos personales están regulados, en buena parte, por estímulos externos. Un ejemplo de este tipo de estímulos son las horas en las que estamos acostumbrados a comer y la actividad que ponemos en marcha justo antes. Si cambiamos esos estímulos, el cuerpo no reaccionara de la misma forma y se genera este problema.
Probablemente lleves una temporada de conducta errática con el deporte. Si piensas que las vacaciones son el momento para ponerte a practicar voleibol a las 3 de la tarde a pleno sol en la playa, tu cuerpo también puede discrepar y generarte varios problemas. Hay que escuchar sus ritmos. Si no estás en muy buena forma comienza con paseos por la playa y largos en la piscina, algo que le indique a tu biología que quieres estar más activo. Paciencia.
Lo que sientes
¿Qué se busca sentir en las vacaciones? La mayoría de las personas quieren experimentar una relajación total y una constante emoción de alegría.
Si vas con niños quizá tengas dosis de lo segundo pero no de lo primero. Viajar con pequeños es maravilloso pero estos requieren ser atendidos constantemente por un adulto dispuesto a evitar que se ahoguen en la piscina, que coman plástico o que crucen la carretera sin mirar. Si no tienes a nadie a tu cargo te puedes permitir una mayor relajación en cuanto llegues al hotel y veas, eso sí, que el buffet es de la cantidad y calidad que te habían prometido.
Si, como la mayoría de las personas, antes de las vacaciones vivías con un nivel de estrés elevado, vas a tener que ayudar a tu cuerpo a que disminuya el nivel de tensión muscular propio del estrés. Es decir, vivir en estrés es otro hábito y se necesita un poco de tiempo de lucha contra él. Puedes encontrarte a ti mismo con dificultades para deshacer la reacción muscular de tensión y la respiración superficial propias de alguien que tiene una rutina de encontrarse sin parar con obligaciones. Las reacciones de tensión vividas en la vida cotidiana que se quieren dejar atrás ante situaciones como un compañero de trabajo molesto, una vecina ruidosa y los atascos de cada mañana, pueden repetirse en las vacaciones ante un recepcionista lento, un niño jugando en la playa o esperar unos minutos a entrar en el comedor.
La respiración diafragmática y la relajación muscular pueden facilitar el cambio y conseguir que sea más rápido alcanzar ese deseado estado. Si el hotel cuenta con servicios de masaje, el objetivo está aún más muy cerca. Pero cuidado, el cuerpo no funciona como un interruptor con dos posiciones de on y off; le va a costar mantener esa relajación y querrá volver al estado anterior de tensión ya conocido. Ten en cuenta que cuanto mayor conocimiento tengas de ti mismo y de cómo reacciona tu cuerpo, mayor capacidad tendrás para reconducirte a un estado de calma.
Lo que piensas
Este apartado va dedicado a las personas que se van de vacaciones a pensar. A las que tienen como meta invertir su tiempo libre en darle vueltas a cómo arreglar todos los aspectos de su vida que no van bien. Que se prepare septiembre, que van a volver con todo resuelto ya.
Atento al reto veraniego que supone esto: consiste en compatibilizar un estado de relajación total mientras te pones a pensar en los grandes dilemas que te acechan, en cómo tomar decisiones decisivas y replantearte el significado de tu existencia en el mundo de cara al nuevo curso.
¿Hacia dónde va mi vida? ¿Tengo que cambiar de trabajo? ¿Por qué los vecinos son más felices que yo? ¿Tengo que instalarme una nueva aplicación de citas?
Notarás que en cuanto empiezas a dilucidar sobre estos asuntos el cuerpo comienza poco a poco a abandonar ese estado de relajación tan conseguido con esfuerzo en el punto anterior y se pone tenso como un alambre. En ese momento percibirás que el agua de la piscina parece menos limpia que antes y ese niño de allí que está corriendo desnudo y mojado alrededor de las mesas cerca de donde estás tú, tan simpático hace unos momentos, está a punto de ser la causa de que pidas la hoja de reclamaciones al hotel.
No nos engañemos, no es posible mantener ambos estados: un cuerpo relajado y, por otro lado, una mente llena de preocupaciones sobre el futuro. No hay que olvidar que todo lo que se piensa tiene un correlato emocional en el cuerpo; si evocamos recuerdos o imágenes agradables nos sentiremos felices, si pensamos en grandes proyectos difíciles y riesgosos, el cuerpo se dispone para vencer el reto y tensa los músculos, así como la respiración se vuelve superficial, como forma de prepararse para enfrentarse a ellos.
Por eso, la mayoría de las personas con este objetivo tiran la toalla el segundo día y postponen para septiembre los grandes cambios que tiene que implementar en su vida. Concluyen que deben dedicarse a disfrutar de unos días lejos de cualquier reto que supere la dificultad de una sopa de letras. Fuera tensión, que ya se ha tenido suficiente durante todo el año.
Al final, toda decisión sobre cómo encarar las vacaciones es válida mientras tengamos expectativas realistas acerca de cómo funcionan los hábitos y asumamos las consecuencias de cada elección que tomemos. En cualquier caso, como estamos aquí para ayudarte a tener una buena salud mental queremos, por último, recomendarte algo que suele ayudar a protegerla y que, sin embargo, cada se practica menos: que hables, que te comuniques con las personas que tengas alrededor, que discutas, que compartas, que abraces.
Y que si no hay nadie alrededor con el que puedas hacerlo, hazlo contigo mismo y luego ponte a buscar en la vida real, fuera de aplicaciones, con quien podrías estar así las próximas vacaciones. Buen verano.
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Mi objetivo vacacional es conocer un país diferente, y conocerlo medianamente bien.
Yo tengo un "modo vacaciones on" muy efectivo. Lamentabllemente, el "modo vacaciones off" resulta bastante disfuncional...
Gracias por el artículo, tiene un enfoque muy práctico y útil.
Ya no hay veraneos como los de antaño...
Me he visto muy bien descrita en los párrafos que se refieren a la persona que va a aprovechar las vacaciones para solucionar sus problemas y cambiar la vida. Todas las buenas intenciones se vienen abajo a los tres días, sustituidas por un dolce far niente...