Iniciamos hoy una nueva zona del Blog que pretende abrir análisis y debates sobre temas de interés personal e impacto psicosociológico. Participaremos en los mismos Eva Vaillo, filóloga, colaboradora del Blog; Maribel Gámez, psicóloga y psicopedagoga, Directora del Centro de Psicología Aplicada; y quien esto suscribe, Alvaro Sánchez, filósofo y crítico de arte, editor del Blog. La periodicidad que tenemos prevista inicialmente es mensual y distinguiremos la zona mediante una variación en los colores de los artículos.
Si en los demás artículos siempre agradecemos la participación de los lectores del Blog, en estos lo haremos muy especialmente porque, como he dicho, pretendemos que sea un espacio de análisis y debate.
Hoy el tema que tratamos es propuesta de Eva: la película La vida es bella. ¡Adelante con ello!
¿Es realmente bella La vida es bella?
Eva Vaillo
La belleza reside en el corazón de quien la contempla
Albert Einstein
¿Intenta Guido a través del “juego” que se inventa preservar la inocencia de su hijo Josué? ¿Qué tratan de simbolizar las palabras “juego”, “ganar” o “puntos” en la película? ¿Cómo vivirían los niños de aquella época su niñez? ¿Se podría enlazar la cita de Einstein con los personajes de Guido y Josué? ¿Es realmente bella La vida es bella?
Abrimos una nueva sección en el blog, con una de mis películas favoritas: La vida es bella. Decidimos empezar con esta película porque aun habiéndola visto varias veces, las sensaciones que experimento durante su visualización son tan variadas como la vida misma y, además, como veis, me ha vuelto a hacer reflexionar. Y ese último detalle me ha parecido bellísimo.
Del contexto a lo lingüístico y simbólico
La vida es bella es una película italiana del año 1997 dirigida y protagonizada por Roberto Benigni. Relata la historia de Guido Oreffice, un hombre lleno de ilusión e imaginación que se muda desde el campo a la ciudad de Arezzo (Italia) con su mejor amigo. Durante la época, Italia fue un régimen fascista, aliado de Alemania durante casi toda la II Guerra Mundial.
En la película observamos de manera muy breve, que aunque el fascismo italiano segregaba a los judíos nunca intentó exterminarlos, como sí lo hacía el nazismo alemán en los campos de exterminio. De hecho, es por este motivo que los incidentes que observamos durante la primera parte de la película señalan de una manera desfavorable socialmente la religión de Guido. Sin embargo, observamos una contraposición bastante fuerte durante la segunda parte, al ser padre e hijo trasladados a un campo de exterminio con la muerte como destino final en su viaje.
Además, para un entendimiento más amplio del largometraje, cabe destacar que en diciembre de 1943, la invasión por parte del Ejército alemán del norte de Italia provoca una dramática transformación, a raíz del cambio de bando por parte de los transalpinos ya que es durante este año, cuando Italia firma un acuerdo con los Aliados para comenzar a combatir contra los alemanes. Por ello, las zonas de Italia ocupadas por los alemanes comienzan a aplicar de manera inmediata su programa de solución final para los judíos, como venían haciéndolo en toda la Europa ocupada.
Al llegar al campo de exterminio, Guido inventa a través del lenguaje un juego para intentar proteger a su hijo y, de esta manera, tratar de transformar parte del relato totalitario que les rodea. Acompañados de los soldados del régimen, ambos llegan al barracón en el que dormirán y a continuación, en esta escena con un tono casi humorístico que no casa con su contexto histórico y que ahora, comentaremos de forma más detallada, Guido inventa las normas del juego de forma espontánea mientras simula traducir a un soldado alemán.
¿No os habéis preguntado alguna vez lo que simboliza la palabra “juego” con sus famosos “puntos”? ¿O por qué un “tanque”, aparente símbolo de guerra y destrucción, es el premio que encontrará Josué si consigue mil puntos?
En el diálogo de esta escena, podemos observar diferentes elementos de presagio o foreshadowing que, de alguna manera, preparan a la audiencia para su trágico final. Algunos de estos elementos pueden ser: el simbolismo que encierran las palabras destacadas anteriormente, la figura del tanque o componentes en el diálogo durante la aparente traducción o conversación entre ambos personajes principales.
Empezando por el simbolismo, caracterizamos a las palabras “puntos” o “juego” como imágenes de la vida que ambos protagonistas viven. La palabra “juego” simboliza la situación de guerra de la época, el campo de exterminio, y la vida que tienen ambos personajes allí.
Además, es a través de esta palabra, mediante la cual Guido intentará preservar la integridad e infancia de su hijo, haciéndole ver que tanto las cosas que ocurren a su alrededor como a ellos mismos forman parte de un “misterioso juego” del que ningún niño en el campo de exterminio sabe de su existencia.
Una pregunta que nos hacemos y abordaremos durante la parte psicológica es la siguiente: ¿sería ético que un padre cree esta falsa realidad a un niño? Adelantamos que no es una pregunta sencilla de responder y que a Maribel le ha resultado difícil de analizar desde el punto de vista psicológico, pero que al final ha tomado forma a través de preguntas retóricas y ejemplos de la película. ¡Ya lo leeréis un poquillo más adelante!
Bueno, sigamos con la siguiente palabra destacada: “puntos”. “Puntos” hace referencia a las conductas favorables y no tan favorables que puede tener, sobre todo, un niño dentro de un campo de exterminio. Aunque también, desde nuestro punto de vista, esta palabra hace alusión a las diferentes adversidades que ambos personajes tienen que soportar.
Por otro lado, el premio del juego simbolizado a través de la figura del tanque, hace mención al fin del régimen al que ambos personajes están sometidos y por ende, saca a relucir el verdadero premio para Josué que sería reencontrarse con su madre fuera del campo de exterminio.
Continuando con los elementos del diálogo, destacamos, antes de la traducción de Guido, el siguiente diálogo que haría de paralelismo con el final de la película.
Josué: - ¿Puedo ir a ver a mamá?
Guido: - Cuando acabe el juego.
Estas dos frases destacadas del diálogo de La vida es bella evidencian aún más la técnica de presagio que presentamos anteriormente. La frase que Guido utiliza para responder a Josué cobra importancia tanto para él como para el espectador. Al espectador le sirve como preparación para el final de la película y como advertencia, al ser uno de los personajes principales el que comunica que en algún momento el juego o la situación terminarán.
Sin embargo, para Josué esta afirmación puede resultar una especie de promesa por parte de su padre, al ser este quien le asegura que el juego terminará y que cuando termine podrá ver a su madre. Lo que resulta una promesa en balde, teniendo en cuenta el contexto en el que se desarrolla la película.
A continuación, caracterizamos “equipo de los supermalos” como frase nominal que el padre utiliza para tratar de transformar la realidad de su hijo en torno al juego. En cuanto al significado semántico de la frase destacamos que el padre refiere cuando la emplea a una dicotomía de equipos, siendo “Josué y papá” quienes conforman el equipo de los buenos y “los soldados gritones, supermalos”, el otro. El objetivo del padre al utilizar esta frase es que el niño salvaguarde una distancia con el otro equipo, en cambio ¿será esto posible a través del juego?
Por último, destacamos el siguiente diálogo entre padre e hijo que también actúa de paralelismo con el final de la película.
Josué: -¡¡¡1.000 puntos!!! (sorprendido)
Guido - (risa) Será divertido.
Esta vez, la frase que Guido dice a Josué es que la situación o juego será divertido. Pero, ¿cómo va a ser divertido vivir en un campo de exterminio? Tienes hambre, temes por tu vida y en cualquier momento puedes morir. Sin embargo, para considerar nuestras interpretaciones sobre el final de la película este diálogo es importante. Tanto este diálogo como una escena posterior a éste, evidencian que el diálogo de la escena final se pudo escribir como forma de enlace en base a lo que vamos a destacar. En la escena posterior a este diálogo, Guido vuelve de su jornada de trabajo y le dice a Josué que ha perdido puntos y que lo que le ha pasado es para morirse de risa.
En la escena final de la película vemos a Josué enfrente de su madre exclamar: ¡¡¡Hemos ganado!!! ¡¡¡1.000 puntos para morirse de risa!!! Observamos que la última frase exclamada por Josué contiene las ideas de 1.000 puntos y de diversión vistas en el diálogo anterior. Además, su exclamación también contiene la frase verbal causal para morirse de risa expresada por el padre al volver de la jornada de trabajo.
¿Pero qué refleja realmente la frase? En mi opinión, con esas últimas frases se quiere, de alguna manera, volver a personificar al personaje del padre. ¿Vosotros qué pensáis? Os invito a que compartáis vuestras interpretaciones por comentarios, nos hará mucha ilusión leeros. Ahora, os dejo seguir leyendo la parte de reflexión psicológica de Maribel.
Implicaciones psicológicas de La vida es bella:
el proceso de alienación parental
Maribel Gámez
En el fragmento que hemos elegido de la película La vida es bella se evidencia el deseo del protagonista de crear un mundo paralelo, muy diferente al que se encuentran inmersos el protagonista y su hijo: un campo de exterminio nazi. El padre, que es el protagonista en este caso, toma una decisión nada más llegar al lugar que consiste en comenzar a actuar ante su hijo como si la realidad tomará forma de juego, para evitar que sienta miedo. Como todo juego, en él hay unas reglas que seguir y un premio a conseguir.
Aunque estas ideas, las reglas (las conductas de obediencia) y el premio (la supervivencia) también están presentes en la realidad palpable, el padre lo camufla con la idea de que es algo lúdico, no amenazante. Para un niño de cinco años los juegos son parte de su día a día y generan emociones muy distintas, contrarias a lo que se esperaría vivir en un campo de exterminio, ya que en él no hay espacio para la diversión. Esto es así porque la vida de los que están presos no vale nada para sus captores, la amenaza de muerte es constante e incluso esta no puede ser evitada siguiendo unas reglas claras, ya que son cambiantes y al arbitrio de quien está al mando.
Los seres humanos estamos preparados para reaccionar en entornos peligrosos como este y las emociones son indispensables para enfrentarnos a ellos con el fin de preservar la vida. La emoción de miedo que se experimenta en situaciones de amenaza, es una reacción adaptativa y consecuentemente, tiene una función evolutiva clara: conseguir que el organismo genere comportamientos protectores concretos que pueden salvar la vida de quien lo siente.
No obstante, es precisamente el miedo lo que el protagonista intenta evitar que su hijo sienta, y que, en cambio, experimente justo lo contrario, excitación y diversión, emociones propias y coherentes con esa otra realidad que está tejiendo para su hijo. En una situación tan extrema el protagonista opta por proteger a su hijo de una manera arriesgada: mintiéndole y construyendo alrededor una fantasía desafiando los datos de la realidad que permanecen a la vista constantemente.
Este proceso en el que se intenta trastornar o perturbar a una persona mediante la alteración de su conciencia o identidad se llama alienación.
Esta palabra procede del latín y significa “sacar fuera” que, a su vez, procede de “alienus” también del latín, y hace referencia a algo ajeno o perteneciente a otro. Es el otro, el padre en este caso, el que impone una realidad que no existe retorciendo la que hay para convertirla en otra que no obedece a los hechos. ¿Es una buena decisión la que toma el protagonista? La respuesta a esa pregunta no es sencilla. Para intentar contestarla veamos las consecuencias psicológicas que esta decisión acarreará para Josué, el pequeño de cinco años.
Crear realidades paralelas a aquello que existe tiene consecuencias no agradables. El niño, aunque solo tiene cinco años, es capaz de percibir una realidad más amplia que la que su padre quiere que crea y es capaz también de interpretarla más allá de sus palabras, aunque el padre intente evitarlo. En la película vemos que el niño muestra ese contacto directo con la realidad: echa de menos a su madre; reconoce el miedo y las caras tristes y famélicas de otras personas con las que comparte el campo de exterminio; siente hambre. Todos esos datos de realidad, todo aquello que su cuerpo percibe y su mente interpreta a través de la información que penetra mediante sus sentidos choca, colisiona inevitablemente con lo que su padre le dice que la realidad es.
Inevitablemente, eso genera conflictos internos, una de las consecuencias no agradables que comentaba antes. Si lo que uno percibe y lo que le dicen que debe percibir se contradice, se crea un dilema. ¿A qué creer entonces, a uno o a otro? El conflicto es aún mayor cuando se trata de un niño cuya realidad pasa inevitablemente por confiar en los adultos y, sobre todo, en las figuras de apego principales, como su padre. ¿Hay que creer en lo que su padre dice o en lo que él mismo percibe? Si siente miedo, como es inevitable en una situación de reclusión así, ¿cómo se lo explicará a sí mismo si en realidad están jugando a un juego donde no hay nada que temer?
Es esperable que un padre quiera evitar que su hijo sufra, y en la infancia se puede mantener al margen a los niños de la realidad y el sufrimiento intrínseco que conlleva, sin embargo, en un campo de exterminio, como comentaba antes, el miedo es una emoción adaptativa y por lo tanto, necesaria. El miedo hace que te escondas; que estés alerta; que tiendas a evitar a quién puede hacerte daño.
Si en la película los alemanes están jugando un juego, como dice el padre que hacen, no habría nada que temer de ellos, ya que todos juegan a una actividad divertida y, por lo tanto, acercarse al que puede matarme es más probable si no se percibe como peligroso.
Evitar que alguien sienta miedo puede ponerle en riesgo si la situación exige actuar con miedo para sobrevivir, ya que le coloca en un lugar vital de desprotección. Así que el conflicto y la desprotección también van de la mano de la decisión que ha elegido el padre para proteger a su hijo.
Veamos alguna consecuencia más. ¿Y si Josué sobreviviera al campo de exterminio? Al crecer mostraría más recursos para analizar la realidad pasada y tendría la tarea por delante de ir desvelando un pasado que le ha sido distorsionado. Será obligado, si quiere estar en paz con lo que ocurrió, reconstruir una historia cierta, una narrativa lo más cercana a la verdad posible con elementos que le han sido arrebatados.
Con la idea de superar su experiencia deberá insertarla en su historia vital como otra vivencia y para eso debe volver a ella, desaprender lo aprendido y volver a construirla. ¿Cómo quedará entonces la imagen de su padre? ¿Fortalecerá el vínculo con su recuerdo o lo deteriorará? ¿Comprenderá sus actos? ¿Tendrá ira contra él por tener que reconstruir su vida y dedicar tiempo a comprender un pasado manipulado? Es posible que después de este pequeño repaso a las consecuencias, la respuesta sobre la bondad o no de los actos del protagonista requiera de una reflexión personal profunda.
Un último apunte para el espectador avezado: ¿es acaso realista lo que la película muestra o la realidad de los campos de exterminio es otra? ¿Es lícito bromear con un régimen que implanto los campos de muerte y que sistematizó el exterminio matando a seis millones de judíos y veinticinco millones (aproximadamente la población de España en 1940) de soviéticos?
No dudes en compartir con nosotros tus ideas en los comentarios. Cualquier reflexión será más que bienvenida.
Muy interesante la utilización del síndrome de alienación parental en la película y su pormenorizado análisis por parte de Maribel. Parece que describe una situación muy compleja, pero esencialmente poco creíble.
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
Muy buena idea la apertura de esta zona de debate y muy valiosas las aportaciones que está teniendo. Una pregunta: ¿aceptaríais sugerencias sobre los futuros temas a tratar? Gracias.
Nos emociona leer vuestras aportaciones y ver que os gusta esta nueva sección del blog, muchas gracias por participar con vuestras reflexiones y visiones propias 🥰❤️
Enhorabuena y gracias por la zona de debate. Creo que va a tener, ya tiene, mucho éxito.