“Infeliz es aquel a quien sus
recuerdos infantiles solo traen
miedo y tristeza”
H.P. Lovecraft
Del relato titulado “El extraño”
Las relaciones personales, de cualquier tipo, son una parte necesaria y esencial de la vida de una persona. Esto es así porque nuestra naturaleza nos exige ser animales sociales, programados biológicamente para la búsqueda de protección, interacción y aceptación del grupo de referencia en el que nos encontramos. Sin esa ligazón no sobreviviríamos, lo social está intrínsecamente unido, como función, a la protección del individuo en un grupo. ¿Cómo podríamos acaso enfrentarnos a los peligros que existen nada más nacer sin personas que nos protegieran durante años? Años que necesitamos para ser totalmente autónomos física y psicológicamente.
Nuestro sistema social se construye en base a un núcleo protector que es la familia. En ella tenemos los primeros contactos sociales de los que aprenderemos cómo relacionarnos con las demás personas que conozcamos en nuestra vida. Si no son buenos aprendizajes y nos dificultan relacionarnos adecuadamente, con ayuda, normalmente de un psicólogo, pueden aprenderse nuevas formas de interacción que traigan felicidad.
Al salir de ese núcleo familiar, debemos buscar nuestros propios amigos, nuestra pareja, conformar la familia del futuro. Y eso, muchas veces, no es nada sencillo.
Una información importante para conseguirlo es saber que existen diferentes tipos de relaciones que cumplen una serie de funciones en la vida de una persona. Funciones que cubren necesidades que prácticamente todos tenemos y buscamos satisfacer, como la intimidad, la comunicación o el compartir intereses comunes. Conocer esas funciones puede dar la pista para comprender el malestar que muchas personas sufren debido a los problemas de conexión con los demás.
Vamos a ver los tipos de relaciones que existen, según diferentes niveles de intimidad y conexión. Te invito a que coloques en cada círculo los nombres de las personas que tienes a tu alrededor y que cumplen los criterios para estar en una u otra clasificación. Una vez hecho, este diagrama es útil para saber qué círculos están vacíos o casi, y desde qué otros círculos se pueden nutrir estos con el fin de llenarlos. Ya que todos son necesarios y útiles para el desarrollo del ser humano.
Hay que tener en cuenta que las relaciones cambian con el tiempo y que alguien que está en un círculo de mucha intimidad puede dejar de estar en esa posición y pasar a otras más lejanas. Y de que de los círculos de menor intimidad se pueden conocer personas que vayan penetrando en interior y realizar funciones más importantes.
Niveles según el nivel de intimidad y conexión
Nivel I: en él están las relaciones de mayor intensidad en la intimidad y conexión. Son las personas que buscas cuando tienes un problema, quieres compartir algo importante o alcanzar un acercamiento físico. Aquellos en los que confías. La intimidad puede ser psicológica o física, pero lo que sí existe es una comunicación satisfactoria de tipo intelectual, afectivo o sexual. Aquí podría entrar una pareja, un familiar o un amigo íntimo.
Nivel II: las de este nivel son de menor intimidad y conexión que las primeras. Son relaciones basadas en compartir mutuamente una situación de compromiso en particular que puede ser placentero o una obligación. Por ejemplo, puede ser un compañero de trabajo o alguien con el que se comparte una afición intensa como el deporte.
Nivel III: aquí habría que colocar a las personas con las que normalmente haces planes divertidos, como ir al cine o al teatro y con las que prácticamente solo hablas o compartes ese tema de conversación, del que no se va más allá. Son relaciones basadas exclusivamente en el ocio.
Nivel IV: Son las de menor intensidad en la intimidad y conexión. Se caracterizan porque son relaciones con personas con las que tienes un trato esporádico. Y conversaciones poco profundas, cortas y generales sobre temas como el bienestar, el tiempo o la familia. En este nivel se podrían colocar a vecinos, camareros de algún restaurante que se frecuente a menudo o médicos de familia. Son relaciones superficiales.
¿Has rellenado el diagrama? ¿Cómo ha quedado? Si sientes que tienes dificultades para relacionarte con los demás, ven a venos. Podemos ayudarte y la primera sesión no tiene coste.
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Pero bueno, ¿cómo no habéis publicado esto antes? Es alucinante lo que llega a clarificar en materia de relaciones familiares. Y, además, puedes enseñárselo a los que comparten contigo un cierto grado de complicidad. Enhorabuena y gracias, un poco retrasado.
¡Qué instrumento más útil! Lo que se puede llegar a descubrir con él es pasmoso. Sobre uno mismo, especialmente.
He estado un poco alejada del blog estas fiestas y lo he echado de menos. ¡Voy a ponerme al día!
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
❤️❤️❤️