DOS DE CADA TRES ESPAÑOLES ASIMILAN VIAJAR CON EL BIENESTAR
- Centro de Psicología Maribel Gámez
- hace 6 minutos
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Al menos eso es lo que afirma la ‘I Radiografía del Autocuidado de la Salud en España: Salud mental y bienestar’, realizada por la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp). El objetivo de este estudio es conocer los hábitos y la percepción de la población española respecto al autocuidado de su salud.
La Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp) es una organización con más de 47 años de trayectoria profesional. Agrupa a las compañías que fabrican y comercializan medicamentos y productos destinados al autocuidado de la salud. anefp es miembro de la Asociación Europea de la Industria de Autocuidado (AESGP) y de la Global Self-Care Federation, a través de la cual pertenece a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe, muy completo, y que se puede leer aquí, consta de los siguientes apartados:

1. Conocimiento sobre el autocuidado
2. Salud y bienestar
3. Hábitos de autocuidado
4. Autocuidado en el ámbito laboral
5. Autocuidado en el entorno de ocio
6. Medioambiente y educación
7. Sanidad y futuro
Por lo que a nosotros interesa especialmente, nos centraremos en el apartado segundo, ‘Salud y bienestar’, que hace especiales referencias a la salud mental y al sentido de bienestar o malestar vital.
En cuanto a la autopercepción de la salud, tres de cada cuatro consideran que su salud es buena (66,5%) o muy buena (8,4%). Del resto, el 22,4% la percibe regular y un 2,7% mala o muy mala.

Esta percepción de buena salud está generalizada en todos los grupos poblacionales, pero se detecta cómo la edad es un factor influyente, de manera que, a mayor edad, la percepción de buena salud se debilita, y lo mismo sucede con el poder adquisitivo, con resultados más bajos cuanto menor es. En este sentido, jubilados y pensionistas y personas que realizan labores del hogar, también presentan resultados más moderados.
Siete de cada diez personas se muestran satisfechas (el 60,2%) o muy satisfechas (11,7%) con su vida. En cambio, el 21,6% mantiene una postura "neutral" respecto a su satisfacción, y un
6,6% se muestra insatisfecho o muy insatisfecho. El grado de satisfacción general con la vida es mayor en los hombres que en las mujeres, en las personas de edades más avanzadas, entre los que pertenecen a poderes adquisitivos altos y entre los trabajadores en activo y jubilados o pensionistas.

En cuanto a las prácticas de autocuidado que se mantienen en relación con la salud sexual, La comunicación abierta con la pareja emerge como la práctica más prevalente, con un 41,6%, subrayando la importancia atribuida al diálogo para una salud sexual saludable y satisfactoria. Entre los métodos anticonceptivos, los masculinos predominan con un 24,4%, en comparación con los femeninos (12,1%). El resto de las prácticas son mencionadas por porcentajes minoritarios de población. Por otro lado, un 26,3% reconoce no practicar ninguna medida de autocuidado respecto a su salud sexual, y un 10,2% prefiere no responder.
En relación a la salud mental, el estrés (69,3%) se posiciona como el factor más influyente en la misma, por delante de la ansiedad (65,2%), las relaciones familiares (65,0%) y la pobreza o falta de recursos económicos (63,6%). También el trabajo puede afectar a más de la mitad de la población (55,7%), mientras que los demás aspectos considerados afectan en menor medida, aunque, en cualquier caso, con un impacto significativo en una parte importante de la población: la soledad, al 47,0%; los trastornos alimentarios, al 43,3%; la adicción a videojuegos y pantallas, al 31,0%).

Una de cada diez personas (10,8%) indica que actualmente están en tratamiento y otro 25,3% recibió ayuda en el pasado, aunque actualmente ya no. Un 47,0% reconoce que no ha buscado ayuda, pero está abierto a considerarlo si fuera necesario y, en contraste, un 16,9% manifiesta no haber considerado ni plantearse la búsqueda de ayuda, lo que supone una barrera hacia el tratamiento profesional de problemas de salud mental.
Las mujeres y los jóvenes, en general, muestran una mayor predisposición hacia el tratamiento profesional para atender problemas de salud mental. En cambio, hay una mayor resistencia a este aspecto entre los hombres, las personas de más edad, las que tienen poder adquisitivo bajo y entre las personas que realizan tareas del hogar y los jubilados y o pensionistas.

Para el 62,9% de los entrevistados, el tiempo de ocio es percibido como esencial para el bienestar mental. Le sigue en importancia el ejercicio físico regular (55,8%) y compartir las preocupaciones con familiares o amigos (47,0%).
La meditación y el yoga es más habitual entre las mujeres, mientras que el ejercicio físico lo es entre los hombres, además de los poderes adquisitivos altos y los jubilados o pensionistas. Comparten sus preocupaciones en mayor medida las mujeres, los de hasta 40 años, los estudiantes y las personas con poder adquisitivo alto. En cambio, tienen mayor tendencia a consultar a un profesional las personas con poder adquisitivo bajo y también los estudiantes.
Las actividades de ocio también son más frecuentes entre las personas con alto y medio-alto poder adquisitivo, mientras que los de bajo poder adquisitivo son los que en mayor medida no realizan ninguna actividad para mantener su salud.

En términos de ser considerados "muy importantes", la salud es el factor de felicidad más dimensionado (71,2%), lo que enfatiza la fuerte asociación entre bienestar físico y felicidad general. Le siguen de cerca la familia (61,9%) y el entorno de seguridad (55,6%), reflejando la importancia de la estabilidad y las relaciones familiares. Aspectos como el amor (46,6%) y el tiempo libre (40,1%) son también significativos para el bienestar, mientras que el trabajo y éxito profesional tienen menor incidencia (22,6% y 13,7% respectivamente).
Cuando se analiza la categoría "importante", el dinero emerge con el mayor porcentaje (60,8%) sugiriendo que, aunque no está a la cabeza de lo "muy importante", mantiene una relevancia considerable en la percepción de felicidad. El factor menos crítico para la felicidad, en cambio, es el de tener mascota.
La honestidad, el carácter familiar y la empatía son los aspectos mejor valorados por la población para valorar positivamente a otras personas. En un segundo plano se sitúan la humildad, el optimismo y la generosidad, mientras que son menos valoradas cualidades como el carisma, la creatividad y la determinación o, incluso, ser respetuoso con los animales y el medioambiente.

Respecto a la evolución en el futuro de los servicios de salud, la incorporación de los avances científicos y el uso de la telemedicina (50,3% y 41,0%, respectivamente) son los aspectos que se perciben que más mejorarán dentro de los servicios sanitarios en los próximos cinco años en nuestro país. De todos modos, se piensa mayoritariamente que los servicios seguirán igual en la mayoría de los conceptos tratados, especialmente en la comodidad de las instalaciones (58,2%), la atención y el trato de los profesionales sanitarios (56,1%), el número de hospitales (54,4%) y la propia mejora de la formación de los profesionales sanitarios (52,2%).
Los aspectos que más se percibe que empeorarán son las listas de espera (53,5%), el número de profesionales (42,3%), la atención y gestión de los servicios de urgencias (37,9%) y el acceso a tratamientos (30,9%).
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