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LA PERSEVERANCIA: EL ARTE DE ESPERAR


La perseverancia: el arte de esperar. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez

En un mundo en el todo cada vez va más deprisa, os animo a parar unos minutos para poner en valor una fortaleza tan necesaria como es la perseverancia. Para ello, he escogido el conocido cuento del bambú japonés, que consiste en una historia que nos enseña la importancia de persistir para obtener aquello a lo que aspiramos, aunque ello implique esperar.


Trata de un agricultor que siembra una semilla de bambú y se dedica a regarla y abonarla durante un tiempo, pero la planta no crece. Mientras tanto, ve como las semillas que sembró al mismo tiempo e incluso después ya han salido y se desarrollan a su alrededor, pero la de bambú no da señales de que vaya a aparecer. A punto de rendirse, el agricultor recuerda que el hombre que le entregó la semilla, le advirtió que no cesara de cuidarla y así lo hizo. Siete años después, la planta emerge en la superficie. El agricultor no da crédito porque en seis semanas ha logrado alcanzar 30 metros y se ha convertido en un árbol grande y robusto.


La perseverancia: el arte de esperar. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez

Resulta que mientras parecía que aquella semilla era infértil y nunca saldría adelante, estaba desarrollando un complejo sistema de raíces que sostendrían al enorme árbol en que se convertiría años después. La planta no estaba inactiva, se estaba desarrollando.


Sucede a menudo que tras meses o incluso años de sufrimiento, uno decide por fin ponerse manos a la obra para mejorar esa parcela de sí mismo que no está yendo como le gustaría.


Una vez definido el problema, se empieza a poner en marcha un plan para conseguir una serie metas que a su vez están desgranadas en objetivos que se operativizan para que sean específicos, realistas y manejables. Escojo un lugar, siembro mi semilla, la riego, la abono y la protejo.


En este momento, los resultados parecen alcanzables y lo normal es empezar con motivación. La persona se pone a trabajar en aquello que necesita para funcionar mejor e instaurar hábitos saludables y hasta ahí parece que todo fluye. “Lo estoy haciendo bien, piensas… Pronto veré los brotes.”


La perseverancia: el arte de esperar. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez

Sin embargo, la mente no es algo que cambie rápido o que requiera de un solo ensayo para adquirir un aprendizaje, asentar un nuevo hábito o empezar a percibir los beneficios de una determinada práctica. Tras un tiempo trabajando, los resultados no llegan en el tiempo que esperábamos.


Alguien que ha sufrido una pérdida puede llegar a pensar: “Si estoy haciendo ejercicio y me mantengo activo mentalmente, e incluso me rodeo de la gente que con la que quiero estar, ¿por qué sigo estando triste? ¿Es que ya no voy a recuperarme?”


Alguien que está intentando dejar de fumar, tras haber reforzado su capacidad de autocontrol y llevar semanas sin consumir un cigarrillo, se puede preguntar: “¿Por qué sigo sintiendo que en cualquier momento puedo volver a caer en la tentación? ¿Por qué sigo teniendo ansiedad?”


La perseverancia: el arte de esperar. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez

Ocurre que el cerebro tiende a automatizar conductas para dejar espacio a nuevos aprendizajes con el objetivo de seguir en constante progreso, pero antes de este proceso de automatización, fueron necesarias numerosas repeticiones para generar y fortalecer esas conexiones neuronales que después funcionan solas. Si deseo reducir mi nivel de estrés y empiezo a practicar meditación como estrategia para aprender a centrarme, no será hasta pasadas unas cuantas semanas cuando pueda empezar a percibir el cambio.


Según nos cuenta la conocida neurocientífica Nazaret Castellanos, un estudio de la Universidad de Harvard demostró cómo tras ocho semanas de meditación ya se podían apreciar cambios en el cerebro. Si nos detenemos a revisar los estudios realizados para averiguar cuando se empiezan a notar los resultados del ejercicio físico, nos encontramos con márgenes entre las cuatro y ocho semanas, dependiendo de si entrenamos fuerza o capacidad cardiovascular. Hasta entonces, es posible que solo percibamos agujetas.


La perseverancia: el arte de esperar. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez

Esta especie de meseta por la que tenemos que transitar necesariamente cuando estamos inmersos en un proceso de cambio, es a su vez una zona de riesgo donde aparecen sentimientos como la desesperanza o la frustración, pudiendo minar la confianza en la terapia o en cualquier proyecto de crecimiento personal, en el que indudablemente tendremos éxito si somos constantes, toleramos la espera y por supuesto, está bien planteado.


No existe un tiempo ni un número de veces exacto en el que se entrena algo que a medio/largo plazo será beneficioso, aunque sí hay estudios de estimaciones aproximadas, como hemos visto, de algunas prácticas saludables. Depende de muchos factores, como por ejemplo, cuánto se hayan estado reforzando otras conductas incompatibles.


Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que, a mayor número de repeticiones, mayor es la probabilidad de éxito, sencillamente porque más fuerte se hace el circuito neuronal.


La perseverancia: el arte de esperar. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez

En 1960, el psicólogo Walter Mischel realizó un experimento con niños de 4 años en el que debían ser capaces de esperar teniendo una golosina delante sin cogerla en una sala mientras que el experimentador se ausentaba unos minutos, para ser premiados con otra cuando este regresara. Con esta prueba demostró que los niños que no habían sucumbido a la tentación y habían sido capaces de esperar para conseguir un premio mayor, años después se habían convertido en adultos con mayor índice de éxito en el trabajo y en sus relaciones sociales respecto a aquellos que no pudieron resistir la tentación de la inmediatez. Aquí tenemos otra clara evidencia de la importancia de educarse a uno mismo en la demora en pro de unos resultados mejores, por muy tentador que resulte rendirse.


Tener claros estos conceptos puede ser de gran ayuda en momentos de crisis durante los procesos de cambio para seguir perseverando, tal y como lo hizo el agricultor con su semilla de bambú.


La perseverancia: el arte de esperar. Centro de Psicología Aplicada Maribel Gámez

Fuentes:


Nazaret Castellanos. El espejo del cerebro. La Huerta Grande, 2021.



James Clear. Hábitos atómicos. Editorial Diana, 2020.



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